El Código de Hammurabi: enciclopedia de la Civilización Antigua

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El Código de Hammurabi: enciclopedia de la Civilización Antigua

“Cuando Anu el Sublime, rey de los Anunnakis, y el divino Enlil, señor del cielo y de la tierra, que prescriben los destinos del país, otorgaron al divino Marduk, primogénito del dios Ea, la soberanía sobre el ser humano, y llamaron a Babilonia por su ilustre nombre, y la hicieron la más poderosa de las Cuatro Regiones y en ella fundaron su reino, después Anu y el divino Enlil me llamaron por mi nombre, a mí, Hammurabi, príncipe temeroso de Dios, para imponer el derecho en el país, destruir al malvado y al inicuo, y que el poderoso no oprima al débil; me dieron el gobierno sobre los hombres y como el divino Shamash ilumina la tierra, sin aceptación de personas, me ordenó promover el bienestar de la tierra… Cuando Marduk me mandó a gobernar a los hombres, y poner al país bajo el derecho, hice justicia y traje el bienestar al pueblo oprimido”.

 El Código de Hammurabi: enciclopedia de la Civilización Antigua

 

Por Juan Roberto Zavala.

“Cuando Anu el Sublime, rey de los Anunnakis, y el divino Enlil, señor del cielo y de la tierra, que prescriben los destinos del país, otorgaron al divino Marduk, primogénito del dios Ea, la soberanía sobre el ser humano, y llamaron a Babilonia por su ilustre nombre, y la hicieron la más poderosa de las Cuatro Regiones y en ella fundaron su reino, después Anu y el divino Enlil me llamaron por mi nombre, a mí, Hammurabi, príncipe temeroso de Dios, para imponer el derecho en el país, destruir al malvado y al inicuo, y que el poderoso no oprima al débil; me dieron el gobierno sobre los hombres y como el divino Shamash ilumina la tierra, sin aceptación de personas, me ordenó promover el bienestar de la tierra… Cuando Marduk me mandó a gobernar a los hombres, y poner al país bajo el derecho, hice justicia y traje el bienestar al pueblo oprimido”. 

 

Este relato aparece en el bajo relieve de un bloque de piedra negra, esculpida, de dos metros de alto, encontrada en 1901 por arqueólogos franceses en el ahora Irán, la que se expone actualmente en el Museo del Louvre, de París, y contiene lo que podríamos llamar una enciclopedia de la civilización antigua, pues presenta el Código de Hammurabi, que es la primera recopilación escrita de leyes y edictos que conoce la historia de la humanidad.

 USOS Y COSTUMBRES
Y esto decimos porque al unificar, escribiendo, los diferentes códigos existentes en el imperio babilónico, en las 282 leyes y decretos, con sus procedimientos legales, Hammurabi reseñó la vida cotidiana, dando cuenta, por tanto, de los usos y costumbres de la época.

Las relaciones familiares como la dote, el divorcio, los derechos de los padres y de los hijos; la propiedad; la producción, especialmente la agrícola y el pastoreo; normas de trabajo; contratos de arrendamiento, alquiler; participación financiera, préstamos y depósitos, describen, informándonos, los aspectos sociales y económicos de este imperio enclavado en la antigua Mesopotamia.

De ellas, entonces, resulta saber cómo se veían, en la antigua civilización, los diarios sucesos a la hora de acontecer, pues a cada ley y ordenamiento corresponde una subordinación de valores. Sabemos, por ejemplo, que en esa sociedad existía una jerarquia, pues había tres categorías de hombres: los libres, los esclavos y una intermedia llamada “muskenu”, los siervos.
Asimismo, conocemos los delitos más frecuentes de la época y las penas que se imponían, dependiendo de si existía o no intencionalidad, y como en algunos casos se aplicaba la llamada “Ley del Talión”, se infligía al agresor el mismo daño causado a la víctima. Aunque la mayoría de las penas tenían carácter económico, también se aplicaban las de mutilación y muerte.

DERECHOS DE LA MUJER, LOS MENORES Y LOS ESCLAVOS

Es de mencionar también, como ejemplo, que el código establece diversos salarios, según los trabajos realizados; que los honorarios de los médicos varían según se atienda a un hombre libre o a un esclavo, y reconoce y regula algunos derechos de la mujer, de los menores, de los esclavos y los derechos en el matrimonio. Si una casa mal hecha causaba la pérdida de la vida de un hijo del dueño, la falta la pagaba el constructor con la muerte. Pero, además del estilo de vida, del ambiente, estas leyes y decretos – y esto es lo más importanterecogen el alma, la esencia de las aspiraciones de aquella sociedad. Hammurabi dice, por ejemplo, que “el fuerte no debe oprimir al débil y que la justicia acompañe a la viuda y al huérfano”. Así, el código protege a débiles y menesterosos, mujeres, niños o esclavos, contra la injusticia de ricos y poderosos. Prueba de ello es que los arrendatarios de tierras de labranza estaban protegidos contra los propietarios para el caso de que por catástrofes u otras causas fuera de la voluntad, no se tuvieran los rendimientos acordados.

Sorprende entonces que para el año 1790 a. C. existiera ya un código que regulaba la vida social y económica de Babilonia; que, si bien no sabemos si se aplicó en toda Mesopotamia, sí se cree que tuvo vigencia en las principales ciudades del imperio y que una buena parte de estas leyes y decretos sobrevivieron, en otras posteriores, a su época. Vale la pena, entonces, dedicar un tiempoa la lectura de este código que hemos llamado “Enciclopedia de la Civilización Antigua”.