Es de recordar que en la adultez nuestros cerebros tienen aproximadamente 100, 000 millones de neuronas y 100 billones de interconexiones y que a nuestra memoria la utilizamos para retener y recordar ideas, impresiones, conceptos, sensaciones y procesos asociativos inconscientes.
Es decir, la usamos para todas las actividades de la vida diaria como asociar y recordar los nombres de las personas con quienes convivimos y de las cosas que comúnmente utilizamos, la situación geográfica de nuestras viviendas, los números de teléfono, la cantidad y el horario en que debemos tomar nuestras medicinas, el lugar donde estacionamos nuestro coche, las fechas a conmemorar, la forma en que operamos las máquinas en nuestro trabajo; las estaciones del año y para almacenar conocimiento sobre ciencia, arte, religión, etc.
Aunque si bien para algunos investigadores esa función del cerebro y fenómeno de la mente se localiza en la parte del cerebro llamada hipocampo, para otros la memoria y con ellos los recuerdos, se distribuyen por diferentes partes del cerebro, como el cerebelo, los lóbulos frontales, etc, aunque el hipocampo esté involucrado en su formación; lo importante es que su existencia se constituye por una asociación de conceptos, apoyada por diversas funciones del cuerpo como la vista, el olfato, el oído, etc.
Ejemplo de esto es cuando decimos: recuerdo haber viajado a París el año pasado y es una ciudad muy bella. Aquí la memoria asocia cuatro conceptos. El viajar, el tiempo, el lugar y la belleza y se forma una nueva memoria que es el haber viajado a esa ciudad, en esa época y su valoración estética.
A partir de ese conocimiento y a decir de Rodrigo Quian Quiroga, director del Centro de Neurociencia Sistémica de la Universidad de Leicester, en Gran Bretaña y Hernán Rey, en un artículo publicado por la revista CurrentBiology, citado por el periódico ABC de Madrid, se demostró que hay neuronas en el cerebro que codifican conceptos.
Es de mencionar que fue Quian Quiroga quien descubrió las “neuronas de concepto” cuando realizaba una investigación en la Universidad de UCLA en Los Ángeles, sobre la respuesta del cerebro en pacientes candidatos a cirugía por epilepsia, a los que evaluaba mediante electrodos en distintas áreas del cerebro, que registran la actividad neuronal.
Para él, los resultados de sus investigaciones demuestran que “la respuesta neuronal está muy ligada a la percepción consciente del paciente, pues ante la presentación de un estímulo, que el paciente piensa que ya ha visto, se activa la neurona”
A estas neuronas, siguen diciendo los investigadores, “el cerebro las usa para formar memoria y tienen un tiempo de disparo, es decir que una vez que llega el estímulo sensorial, como ver a una persona, esa neurona dispara ( impulso), 300 milisegundos después, que es el tiempo durante el cual la neurona se activa para la formación de memoria”.
Este fenómeno, agregan, es diferente a otros procesos cognitivos, -como por ejemplo decidir sobre si tomar un taxi o ir en autobús o prestar atención a algo que te emociona, ya que involucran a otras neuronas, en otras áreas del cerebro y otros tiempos.
Concluimos, entonces, que ahora sabemos que son 300 milisegundos los que el cerebro humano utiliza para generar un recuerdo, que es el tiempo que usan las “neuronas de concepto” para relacionar imágenes.