Hablar de los coleccionistas es hablar de una parte muy importante de la humanidad. Desde el encumbrado industrial, banquero o político, hasta el más modesto obrero, pasando por el comerciante, el profesionista, el agricultor, el periodista, el ganadero, el intelectual y los conductores religiosos; muchos de ellos dedican parte de sus energías y su tiempo al acopio de algún objeto.
Para algunos es el más maravilloso pasatiempos y el que mayores satisfacciones proporciona, pues el hábito de coleccionar enseña y agudiza el sentido del orden, de la limpieza y de la responsabilidad.
A ellos debemos, a decir de Don Alfonso Reyes, el haber salvado del olvido, el vandalismo o la destrucción, casi todo lo que nos ha llegado de la antigüedad, con lo que han prestado grandes servicios a la historia, a la ciencia y al arte.
Entre los primeros coleccionistas conocidos, la Enciclopedia Espasa Calpe menciona al rey de Lidia,( en la hoy Turquía) Candaules, quien 700 años a.C. compró las obras de Bularque; a los Tolomeos, que reunieron en Egipto a los principales artistas de la época, para coleccionar sus obras y a Alcibíades y Alejandro, quienes reunieron gran número de obras de arte, que pasaron después a enriquecer el palacio del rey Atalo, en Pérgamo (ciudad del Asia Menor).
Es de mencionar que más adelante, a decir de la misma enciclopedia, los magistrados enviados por Roma a las provincias conquistadas fueron verdaderos saqueadores. Lucio Mummio se llevó de Corintio 280 bellas estatuas , hermosos vasos y gran número de cuadros de Zeuxis ( pintor griego de la época clásica , quien nació el año 464 a.C. en Heraclea, aunque pasó la mayor parte de su vida en Atenas)y Apeles, además del famoso Baco de Aristides.
Sila, el conocido procónsul, para acrecentar su colección saqueó los templos de Delos y Epidauros, además de apoderarse del célebre Hércules, hecho para Alejandro por Lisipio ( famoso escultor griego nacido en Sicion, Peloponeso. Vivió de 370 a 318 a.C.); César pagó 80 talentos por los cuadros de Timomaques y Cicerón formó ricas colecciones de obras artísiticas, que más adelante vendió al gran coleccionista romano Silio Itálico.
A partir de ahí y después en la era de Constantinopla, durante la edad media, el renacimiento y la revolución industrial, hasta llegar a nuestros días, donde llama la atención las grandes colecciones de las que se apoderaban los dirigentes nazis en los distintos países que invadían durante la segunda guerra mundial; el hombre ha continuado con esta afición.
Se coleccionan desde esculturas, cuadros de pintura y automóviles, que pueden tener altísimo valores, hasta corcholatas y cajas de cerillos, casi sin valor económico. Asimismo se reúnen y clasifican – por orden de importancia – libros, medallas, mariposas, conchas de mar, esculturas, objetos de oro y plata y de vidrio cortado
La filatelia, o sea la colección de sellos de correo o estampillas, es uno de los gustos más difundidos en el mundo y de la que existen mayor cantidad de piezas , por lo que reunirlas y clasificarlas es casi un arte. Es de mencionar que con el empleo del internet últimamente ha bajado considerablemente el interés en estas colecciones. La filatelia nació cuando en 1840 apareció el primer sello de franqueo de correspondencia en Inglaterra y el doctor Gray, Oficial del Museo Británico, empezó a coleccionarlas.
La Numismática, o sea el estudio y recopilación de las monedas y medallas antiguas y modernas, es también muy socorrida y muchas de las colecciones privadas y oficiales tienen valores estratosféricos. Por el mundo entero existen colecciones de monedas que sobrepasan el millón de dólares, cuyas características más valoradas son las series, la época de acuñación, la nación que las emite, el estilo artístico con que fueron elaboradas, etc.
Como las colecciones dependen de los gustos de cada persona, existen también quienes agrupan y organizan en colecciones fichas de refresco, latas de cerveza, participaciones matrimoniales, postales, armas, autógrafos, anillos de puro, calendarios de bolsillo, tenedores, esquelas, programas de teatro, ceniceros, boletos de avión y autobús, etiquetas de toda clase, botones, cucharas, llaves, etc.
En ocasiones el coleccionista cae en la extravagancia, como el caso del inglés Tomás de Tynvitt , quien durante el siglo XIX, a decir de El Tiempo. Com, coleccionaba “cuerdas de ahorcados“. A cada cuerda este señor le anexaba, deleitándose, un papel en el que escribía meticulosamente la biografía del reo que había sido ultimado con ella.
Sin embargo, las más importantes colecciones de arte y ciencia son las que, sin fines de lucro, se exhiben en los museos, para estudio y deleite de los individuos, como los de Louvre, en París, del Prado, en Madrid, el Metropolitan Museum of Art, en Nueva York, el Museo Británico en Londres, el Museo Del Cairo, en Egipto, las colecciones de arte de los Museos Vaticanos, en El Vaticano y las de propiedad particular, que por préstamo, en ocasiones se exhiben en museos públicos.
Sin embargo, hoy nos queremos referir a una colección particular, que teniendo las cualidades arriba anotadas de toda colección, tiene también el propósito, a través del juego, de fomentar en los pequeños el conocimiento y el amor por el arte y la ciencia.
Esta especial colección de muñecos de peluche, que pacientemente mi amigo el maestro Rodrigo Soto Moreno, excelente escritor y mejor ser humano, ha venido reuniendo para su bella hija Ena Camila, de tres años de edad, está integrada, pero sigue creciendo, con 35 figuras de artistas, pensadores y científicos como Leonardo da Vinci, Einstein , Nietzsche, Karl Marx, etc.
Con ellos juegan su hija y él, pero a la vez, con las explicaciones y su conducción, va propiciando en la pequeña valores que más adelante se traducirán en pensamiento lógico y creativo y consecuentemente en un desarrollo integral y armónico, que le permitirá una vida plena y por tanto, feliz.
Esta forma de motivar el interés por el conocimiento y los valores, desde la más temprana edad es, sin lugar a dudas, un medio muy eficaz y práctico, pues mediante la relación de padre-hija-participación-aprendizaje, se facilita el razonamiento, lo que conduce al deseo de saber y por tanto a la formación de personas libres respetuosas de las ideas de los demás, enemigas de la ignorancia y la pobreza y defensoras de la justicia social.
Enhorabuena a mi amigo Rodrigo Soto Moreno y que siga creciendo la colección.